Las agencias de
comunicación, en muy contadas ocasiones y siempre con
la intención de atraer la atención de potenciales consumidores, recurren a la estrategia publicitaria del error ortográfico
cometido a propósito. La gran cadena de distribución HIPERCOR, por ejemplo, creo un
eslogan con el anagrama de su propio nombre: HPRECIOR
Pues bien, en esta foto podemos
observar como este Vilacanino, una eminencia de la publicidad supongo, da un paso más allá y pasa de error
al horror ortográfico.
Chestnut Pilonga
No hay comentarios:
Publicar un comentario